miércoles, 30 de mayo de 2012

CICLO DE LLUVIA


Una sombra para cada uno

AULLAR CON todos las canciones que
tarareamos en privado. Gritar hasta
perder la voz (y los oídos). Olvidar por
un momento la rutina, el dolor al páncreas,
los menudos rencores del estómago.
Para esa noche anunciaron lluvia. Hubo
fuegos de artificio y luces de colores. Una
pantalla gigantesca ampliaba las arrugas,
los tonos más agudos, las sucias letras
escritas cuando apenas sabíamos leer.
Y allí estaban. Regalándole al público
la ilusión de ser eternamente jóvenes,
iguales a nosotros. Hay que reconocerlo.
Es loco y divertido: cantas, pero nadie
te escucha; bailas, pero nadie te mira.
El pasado tiene una sombra para cada
uno. Vuelve con las rodillas sucias,
el recuerdo de un amor imposible, la
primera trasgresión que es la verdadera
y la última. Para esa noche anunciaron
lluvia, y efectivamente llovió. Pero sólo
después de que rodaron las piedras.

Eduardo Chirinos 

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