Mis deudos estarán felices
al recordar aquella noche
en que lamí las aceras
por el frío, el hambre o el desagrado.
Tal vez por todo junto.
Al hacerlo
se derritieron mis pasos
entre gritos marcados por tu sombra.
Esa noche pagué mis deudas si alguna vez
se podrían cobrar o pagar…
y te amé como una puta rabiosa.
Liliana Gastelbondo del libro Vaso de tinta
Darío Jiménez
Darío Jiménez
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